15 platos tradicionales de Castilla La Mancha
La gastronomía manchega posee gran fama y una gran historia detrás. Ciertos fragmentos del Quijote relatan platos hechos por nuestros antepasados y cuyas recetas se siguen repitiendo en la actualidad.
Con ingredientes propios de Castilla La Mancha, las recetas se componen principalmente de las verduras, carne y lácteos. Los platos pasados de generación en generación no son difíciles de hacer y aportan mucha energía para aguantar el mismo ritmo todo el día.
El alimento más famoso de Castilla La Mancha no es solo el queso manchego, sino que aquí dejamos algunos platos que puedes replicar y experimentar para animarte a probar platos que, si bien han aguantado tanto tiempo, es porque son de calidad. Dichos platos son ejemplo de una dieta equilibrada sin lugar a dudas.
Comidas que se detallan en este post
- Gachas manchegas
- Migas manchegas
- Atascaburras
- Caldereta de cordero
- Pisto manchego
- Asadillo manchego
- Sopa de ajo
- Gazpacho manchego
- Duelos y quebrantos
- Coña
- Mojete
- Ajo patatas
- Potaje de judías
- Potaje de garbanzos
- Queso manchego
Gachas manchegas
Este plato es típico del pleno invierno, así como el potaje y las migas. Está compuesto por una masa blanda y de color amarillenta debido al color de la harina. Cuando la harina se tuesta con aceite en la sartén, recobra un color más oscuro y es mezclada con agua y guindilla seca frita para espesar la masa sin parar de remover los ingredientes.
Es muy importante no dejar de remover los ingredientes si queremos evitar grumos que estropeen el sabor de este plato. Es también importante calcular la cantidad justa de sal ya que se debe añadir poco a poco e ir probando mientras se va espesando. La harina debe ser de almortas, o como se dice en nuestra tierra, de titos.
Se suele acompañar con carnes como son la panceta de cerdo frita y desmenuzada en trocitos pequeños o chorizo con el mismo formato. También puede ir con ajo.
Migas manchegas
Es otro plato realizado en otoño o invierno. Es relevante en la dieta manchega y es uno de los platos más reconocidos y exclusivos en La Mancha. Tiene como protagonista el pan, el cual se encuentra desmenuzado en finas tiras y al cocinarlo disminuye su volumen y junto con otros ingredientes potencia su sabor.
Primero se fríe la carne a elegir. Puede ser con chorizo o panceta. Una vez frito, se aparta para incorporar 6 o 7 dientes de ajo cortado en pequeños trozos para dar sabor al plato. Después se echa el pan junto con una pizca de sal y guindilla para mezclarlo luego después con agua. Con el agua conseguimos el pan se ablande y hay que calcular la cantidad justa de agua para que quede húmeda pero que a la vez los pegotes nos se peguen.
Se sirve el resultado con el chorizo o panceta que hayamos freído previamente. Se puede incorporar también si se desea un huevo frito.
Atascaburras
Un plato parecido al mojete, pero éste lleva más ingredientes. Se puede comer en cualquier momento del año y sus ingredientes protagonistas son las patatas, el bacalao y los huevos cocidos. Es un plato con gran aporte energético que llena bien el estómago. Su elaboración es algo más tediosa ya que debemos estar alerta para retirar la piel del pescado y sus raspas.
Cocer el bacalao y las patatas en una cazuela con agua. Se añaden ingredientes como pueden ser dientes de ajo, laurel y un poco de aceite. Cuando se haya cocido todo, se retira para apartar la piel del pescado y sus raspas y se machaca para formar una masa homogénea y espesa. Por último se añaden tres o cuatro huevos cocidos previamente para ponerlos encima del plato.
Caldereta de cordero
La caldereta de cordero tiene fama en nuestra región. Hecha con el animal más apreciado por el público manchego, el cordero. Es un plato contundente y posee gran variedad de especias. Es un plato contundente con poco caldo extraído de los ingredientes que se suman al plato conforme vamos añadiendo. Se puede comer durante todo el año.
Como ya sabrás, este plato junto con los demás, sabe mejor si es cocinado a la lumbre. Tal y como nuestros antepasados lo hacían porque no había otro remedio. Para que el cordero vaya cogiendo sabor, el día anterior se sazona con ajo, pimienta y sal. El cordero troceado se añade a la sartén con aceite y, según la cantidad de carne, se trocea una cebolla o dos.
Se añade dos pimientos bien troceados junto con zanahorias. Cuando el cordero y los ingredientes se hayan sofrito en dos sartenes diferentes, los ingredientes se mezclan con el cordero acompañados de dos vasos de vino blanco. Dejarlo reposar y cuando llegue a hervir, se aparta para enfriarse lentamente. Se puede añadir patatas cocidas para aumentar la ración.
Pisto manchego
Se suele comer en todo el año y es uno de los platos que no lleva ni carne ni pescado. Esta compuesto principalmente de tomate y pimiento. Tiene similitudes al asadillo, pero no es lo mismo. El ingrediente diferenciador es el tomate. Un plato caliente, ligero, rápido y sabroso que puede incluso combinarse con otras frituras.
Se pelan los tomates y se trocean. Por otro lado se trocea también el pimiento. En una sartén caliente con aceite se incorpora el pimiento. Durante 10 minutos se sofríe el pimiento y después se añade el tomate. Se revuelve y se mezcla todo bien durante 30 minutos. Cuando ha hervido y con una pizca de sal, se aparta para dejarlo enfriar. Se puede acompañar con un huevo frito o alguna carne.
Asadillo manchego
Se suele confundir con el pisto, pero no es lo mismo. El protagonista aquí son los pimientos rojos. El color, textura y sabor son similares, pero la elaboración es distinta. Al igual que el pisto, es un plato caliente, ligero, rápido y sabroso que también puede acompañarse de alguna carne.
En este caso, se meten al horno los pimientos rojos enteros durante 1 hora a unos 180 grados. Cuando ha pasado ese tiempo, se retiran los pimientos para quitarles la piel con cuidado ya que debemos dejarlo enfriar. Se trocea en trocitos pequeños y se añade aceite crudo con sal y dos dientes de ajo machacado.
Los pimientos cogen un mejor sabor si se calientan a la lumbre. Lo adecuado es consumir este plato al día siguiente para que vaya cogiendo el aroma de los ingredientes que hemos incorporado.
Sopa de ajo
La sapa de ajo se suele consumir en invierno. Ya que es fácil de hacer, es nutritiva y es muy antigua. No preocuparse por el mal aliento, ya que el ajo se cocina, se cuece y se fríe para que pierda el aroma tan embriagador que posee este ingrediente.
Lo primero es coger una carcasa de pollo, un puerro y una zanahoria en una olla para que estén cociendo durante aproximadamente 1 hora. Así conseguiremos el caldo tan característico de este plato. El contenido de la olla se cuela para liberar el caldo de los demás ingredientes y se deja apartado para utilizarlo después.
El siguiente paso es picar unos 8 0 10 dientes de ajo en láminas finas y se pone otra olla con dos cucharadas de aceite caliente para incorporar el ajo. Se sofríe un poco hasta dorarlo e incorporar un poco pimentón. Antes de que el pimentón se queme, incorporar el caldo realizado previamente. Remover con cuidado el contenido de la olla, mientras que en otro plato se aparta unas rebanadas de pan finas.
Cuando el caldo resultante alcance a hervir, se echa dicho pan. Se remueve y mientras en un bol se baten dos huevos hasta que queden bien mezclados entre si y se incorporan a la olla. Añadir sal conforme vayamos probando la mezcla de la olla. Una vez terminado de incorporar ingredientes, se espera a hervir durante 5 minutos sin parar de remover y servir bien caliente.
Gazpacho manchego
El gazpacho es un plato que se consume en verano y que además es uno de los pocos platos que se consume frío. Además es rápido de hacer, muy sabroso y no va acompañado ni de pescado ni de carne. Cada región hace una receta de gazpacho con ciertas variaciones, aquí se explica la que se lleva haciendo desde antaño.
Su elaboración consta de trocear el pepino, tomate previamente pelado y pimiento. Todo eso arrojado a un bol para triturarlo con sal, aceite y ajo crudo. Una vez triturado y mezclado, se puede servir acompañado opcionalmente con un huevo cocido, jamón serrano, picatostes fritos, etc.
Duelos y quebrantos
Los duelos y quebrantos se ha elaborado durante años y años. Se ilustra en las primeras páginas de El Quijote. Es cierto que esta es una de las comidas que más energía aporta, pero no podemos abusar de su consumo ya que es altamente calórica. Se puede comer en cualquier momento del año y su ingrediente principal es la carne, aunque también se puede combinar con verduras.
Lo primero es trocear previamente chorizo, panceta y jamón y freírlos con poco aceite a la sartén. Si queremos añadir alguna verdura, se puede hacer ahora. Después añadimos los huevos a la sartén y se remueve para combinar los huevos con la carne friendo todo lentamente. Finalmente se puede optar por cortar rebanadas de pan y poner la fritura en dichas rebanadas y comérselo como si fuera una tostada.
Coña
La coña se suele consumir en invierno. Es un plato cuyo nombre depende de la localidad ya que es un plato básico y muy antiguo en el cual se pierde la pista sobre su nombre auténtico. Su ingrediente principal es el bacalao y el ajo, por lo que no lleva carne. Aun así, es también un plato calórico.
Con dos cucharadas de aceite en una sartén, se fríe una guindilla y después se aparta. Se pela una cabeza de ajo y se hace láminas. Se desala 250 gramos del bacalao y se quitan sus raspas. Se desmenuza el bacalao y se combina con el ajo en la sartén. Se debe sofreír unos 5 minutos aproximadamente y se echa un vaso de agua con la guindilla troceada, no machacada. Después se estrellan un par de huevos y se remueve. A los 10 minutos se deja hirviendo y se añade sal al gusto.
Mojete
Al igual que la coña, es un plato muy antiguo cuya denominación dependerá de la localidad. Este plato se puede consumir durante todo el año y vuelve a tener como ingredientes principales el bacalao y la patata. Este plato tampoco lleva carne.
Se echa aceite crudo y agua a una olla. Se añade a la olla unas 3 o 4 patatas troceadas y peladas previamente. También se añade un pimiento verde previamente troceado. El agua tiene que empezar a hervir. Mientras se puede ir añadiendo una guindilla picante y otra dulce, ambas troceadas. Finalmente un tomate pelado y troceado.
A partir de ahí empezamos a remover e ir añadiendo un poco de sal al gusto. Sobre los 10 minutos, no se debe parar de remover ya que consiste en que la patata se debe ir deshaciendo. Transcurrido ese tiempo, pelamos y troceamos una cebolla y la echamos a la olla. A eso se suma 10 dientes de ajo troceado. Se vuelve a remover durante 10 hirviendo.
Como ya no quedará apenas agua en la olla, se añaden 2 o 3 vasos de agua a la olla. Añadir lo que se considere oportuno ya que debe hervir esta vez durante 30 minutos. Transcurrido ese tiempo, se añade el bacalao previamente desalado y sin espinas a la olla. Y hervir otros 10 minutos para ver si la patata está realmente cocida. Cuando se compruebe que realmente es así, se aparta la olla del fuego y se deja enfriar un poco.
Ajo patatas
Tenemos la misma problemática con este plato que se desconoce su nombre real ya que depende de la localidad donde se elabore y como se haga en diferentes pueblos de la región. Los ingredientes principales aquí son las patatas y las almejas.
Se pelan las patatas y se trocean en un plato. Se pone una olla a calentar con unas cucharadas de aceite. Se pela una cebolla, cuatro dientes de ajos y un par de zanahorias y se trocean. Se echa todo a la olla excepto las zanahorias. Se remueve durante unos 10 minutos y pendientes de que se esté friendo. Se añade un vaso de agua mezclado con una guindilla machacada a la olla.
Se vuelve a remover durante 10 minutos aproximadamente ya que hay que esperar hasta que eche a hervir. Cuando empiece a hervir, se añade un puñado de almejas junto con las zanahorias. Se deja otros 10 minutos removiendo de vez en cuando. Como debe hervir durante bastante tiempo para que la patata se cueza, unos 30 minutos aproximadamente, se debe añadir dos vasos de agua junto con la sal al gusto. Cuando la patata esté cocida, retirar del fuego y dejar reposar.
Potaje de judías
Es un plato calórico, por lo que conviene más comerlo en invierno. Una de las complicaciones de este plato es, que al igual que un potaje de garbanzos, deben estar las judías en remojo durante 24 horas para que estén más blandas. Esta comida combina las judías con el sabor de la carne, por lo que es un plato contundente y con gran aroma.
Cubrir las judías con agua en una olla y calentar hasta que empiece a hervir. Mientras tanto, hay que pelar dos patatas, una cebolla mediana, un tomate, mitad de cabeza de ajo y una guindilla seca dulce. Se cortan los vegetales en trocitos y pasamos a la carne. La carne utilizada es una pata de cerdo troceada previamente y dos morcillas enteras.
Cuando ya tengamos todo lo anterior y se compruebe que las judías han empezado a hervir, se echa todo a la olla. Como no habrá agua suficiente para combinar todo, se añaden 2 o 3 vasos de agua para que continúe hirviendo durante 2 horas que es lo que suele tardar en cocerse las judías. Fuego medio y remover de vez en cuando. Se va probando con una pizca de sal.
Potaje de garbanzos
Este potaje de garbanzos no solo lleva garbanzos. Además, lleva espinacas, bacalao y panecillos. Una comida muy cotizada y muy famosa en Semana Santa. Lo que indica su nulo contenido de carne . Aquí se muestra una receta anual que sobrevive con el paso del tiempo en cada Semana Santa. Al igual que el potaje de judías, los garbanzos se deben dejar en remojo unas 24 horas antes de la comida.
En una olla de agua hirviendo, echamos medio kilo de garbanzos. Como van a hervir durante 2 horas, se debe echar la suficiente agua al principio y si se ha quedado corto al principio, se debe tener cuidado ya que se debe incorporar agua caliente en vez de fría. Mientras se cuecen medio kilo de acelgas en otra olla y se escurren para quitar todo el agua posible una vez que hayan hervido.
Para hacer los panecillos, se baten dos huevos junto con migas de pan, sal y perejil. Se fríe en la sartén en pequeñas cantidades para sacar panecillos individuales una vez fritos con un poco de aceite en la sartén. Se corta y pela unos 5 dientes de ajo y 1 cebolla mediana. Se dejan pochar en otra sartén y cuando hayan pasado unos 5 minutos se echa tomate rallado.
Volvemos a esperar a que poche y se debe equilibrar bien el tiempo ya que cuando estén los garbanzos cocidos, el contenido de esta sartén se echa a la olla. A continuación se echa también las acelgas, los panecillos, un bacalao desalado y sin espinas y una guindilla dulce troceada. Se deja hervir durante otros 30 minutos como mínimo, calculando la sal al gusto. Cuando los garbanzos se recuecen y se combina con los demás ingredientes, es cuando se puede apartar.
Queso manchego
El queso manchego es un acompañante exquisito en casi cualquier comida que hemos puesto de manifiesto en este post. Aquí vemos la comida más típica de Castilla La Mancha, pero el queso manchego no puede ser una excepción. Podemos hacer entrantes con este alimento tan apreciado en nuestra tierra y puede ir acompañado de un buen embutido ibérico además de otras pastas y combinaciones ingeniosas que potencien el sabor del queso.
Se suele tomar con vino o con cerveza también dependiendo de la curación de dicho queso. La curación es un factor interesante ya que promueve nuestro deseo por el queso y le prestamos más o menos atención en función de nuestros gustos. Por lo que se debe evita la idea de que solo combina con pasta o con algún otro plato cuya solución sea el queso rallado por encima. El queso manchego, de gran aroma y excelente textura, se disfruta solo por los verdaderos amantes del queso.
Un alimento que se consume en cualquier momento del año y que no dejará indiferente a nadie. Es el alimento criticado por su olor, pero apreciado por su sabor.