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¿Qué leche puede tomar una embarazada?

Durante el embarazo en España, las leches de origen animal recomendadas son aquellas que están elaboradas a partir de leche pasteurizada o UHT, como la leche de vaca comúnmente disponible en supermercados. Además, la leche de cabra es otra opción animal fácil de encontrar en España y se considera más digestiva, siendo menos grasa y rica en calcio, proteínas y vitamina A. La leche de oveja también es una opción beneficiosa durante el embarazo. Las leches deben ser preferiblemente semidesnatada o desnatada.

Tabla de contenidos

 

¿Qué tipo de leche se puede tomar en el embarazo?

Durante el embarazo, es importante que las mujeres mantengan una ingesta adecuada de calcio, proteínas y otros nutrientes esenciales para el desarrollo saludable del bebé y para mantener su propia salud. En España, las opciones de leche de origen animal recomendadas incluyen la leche de vaca, preferiblemente semidesnatada o desnatada, la leche de cabra y la leche de oveja.

Durante el embarazo, se recomienda consumir entre dos y tres raciones diarias de leche y/o derivados, como un vaso de leche de 200 ml, dos yogures, 125 g de queso fresco, 30 g de queso semicurado o 20 g de queso curado, que sea todo por supuesto, 100% pasteurizado. Pero la medida de prevención no se tiene que centrar sólo en si se emplea leche pasteurizada, sino que también factores como los siguientes:

  1. Revisar la fecha de caducidad: Antes de comprar o consumir leche, verifica la fecha de caducidad en el envase para asegurarte de que esté fresca y no haya expirado.
  2. Almacenamiento adecuado: Una vez abierta, guarda la leche en el refrigerador y sigue las instrucciones de almacenamiento recomendadas en el envase para mantener su frescura y seguridad.
  3. Observar la integridad del envase: Antes de comprar, verifica que el envase esté en buen estado y no esté dañado. Los envases dañados pueden permitir la entrada de bacterias y contaminantes en el producto.
  4. Marcas confiables: Prefiere marcas de confianza y reconocidas en el mercado. Esto puede ayudar a garantizar la calidad y seguridad del producto.
  5. Seguir las pautas de consumo recomendadas: Consume la leche de acuerdo con las pautas de consumo recomendadas y no excedas las cantidades recomendadas por profesionales de la salud.

Sabido esto, comentaremos uno a uno los diferentes tipos de leche que más se demandan y que más dudas pueden generar a la hora de consumirlas.

Leche UHT en el embarazo

Durante el embarazo, la leche UHT es segura y recomendada para su consumo, al igual que la leche fresca pasteurizada. La pasteurización y el tratamiento UHT garantizan la eliminación de microorganismos y bacterias presentes en la leche, lo que la hace segura para las mujeres embarazadas.

La leche UHT es sometida a un proceso de pasteurización a una temperatura muy alta durante un corto período de tiempo para eliminar las bacterias dañinas y prolongar su vida útil sin necesidad de refrigeración. De ahí que se denomine UHT (Ultra High Temperature).

Sin embargo, también es importante tener en cuenta que algunos nutrientes pueden perderse durante el proceso de pasteurización UHT en comparación con la leche fresca la cual conserva completamente todos los nutrientes de la leche natural, pero su consumo para embarazadas queda prohibido. A pesar de ello, la leche UHT sigue siendo una fuente nutricionalmente rica de calcio, proteínas y otros nutrientes esenciales, por lo que puede formar parte de una dieta equilibrada durante el embarazo.

Leche entera en el embarazo

Durante el embarazo, la leche entera es segura para el consumo, ya que proporciona nutrientes importantes como calcio, proteínas y vitaminas. Eso sí, es importante consumirla con moderación como parte de una dieta equilibrada y debe ser 100% pasteurizada. La leche de vaca entera contiene alrededor del 3,5% de grasa, por lo que quizás por este motivo sea menos atractiva para su consumición.

Por lo tanto, se recomienda que las mujeres embarazadas opten preferiblemente por leche semidesnatada o desnatada, ya que contienen menos grasa saturada y calorías. Estas versiones ofrecen los mismos beneficios nutricionales en términos de calcio y proteínas, pero con un contenido de grasa más bajo.

Leche desnatada en el embarazo

Durante el embarazo, la leche desnatada es segura para el consumo y puede ser una opción beneficiosa, especialmente para mujeres que necesitan controlar su peso o seguir una dieta con restricción de grasas por razones de salud como el colesterol elevado. Eso sí, nos debemos fijar en que sea 100% pasteurizada para su consumo seguro.

La leche desnatada contiene menos grasa que la leche entera, lo que puede ser útil en ciertos casos. Es importante tener en cuenta que al retirar la grasa de la leche para obtener la versión desnatada, se pueden perder algunas vitaminas liposolubles como la vitamina A y D, aunque muchos fabricantes las restituyen posteriormente. Es importante tener en cuenta que, si bien la leche desnatada puede ser una opción saludable, algunas mujeres pueden encontrar que su sabor es diferente al de la leche entera.

Leche fresca en el embarazo

Durante el embarazo, se debe evitar el consumo de leche fresca o cruda debido al riesgo de contener bacterias como la Listeria, que pueden causar complicaciones graves, especialmente en mujeres embarazadas y niños. Es necesario un proceso de pasteurización el cual mate las bacterias a costa de mantener cierta parte de los nutrientes.

La pasteurización es un proceso térmico que elimina las bacterias dañinas presentes en la leche, lo que reduce significativamente el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. Al comprar leche fresca, verifica que el envase esté sellado y en buenas condiciones. Almacena la leche en el refrigerador a la temperatura adecuada y consúmela antes de la fecha de caducidad indicada en el envase para garantizar su frescura y seguridad. Consulta a tu médico y fabricante si precisas de más información.

Leche fermentada en el embarazo

Durante el embarazo, el consumo de leche fermentada, como el yogur, es seguro y beneficioso, ya que proporciona una serie de beneficios al cuerpo y puede ser una fuente de nutrientes importantes. La FESNAD (Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética) avala que el consumo de yogures contribuye a un alto valor biológico y alta digestibilidad, grasa, hidratos de carbono, y vitaminas y minerales, especialmente calcio y fósforo.

Eso sí, se debe tener una cosa en cuenta al ingerir leche fermentada. Es importante saber que la leche fermentada puede contener bacterias vivas y no haber sido sometida a procesos de pasteurización que eliminen estas bacterias puede suponer un riesgo a las embarazadas. Por lo que te recomendamos lo siguiente:

  1. Verifica la pasteurización: Asegúrate de que los productos lácteos fermentados estén pasteurizados para eliminar cualquier bacteria dañina que pueda estar presente.
  2. Evita las variedades con aditivos y edulcorantes artificiales: Opta por productos lácteos fermentados naturales sin aditivos ni edulcorantes artificiales añadidos.
  3. Consulta con tu médico: Si tienes alguna preocupación o condiciones de salud específicas, es recomendable consultar con tu médico antes de incorporar productos lácteos fermentados a tu dieta durante el embarazo.

Leche en polvo en el embarazo

La leche en polvo es segura para el consumo, siempre y cuando se sigan las indicaciones de preparación adecuadas y se verifique que proviene de fuentes confiables. La leche en polvo puede ser una opción conveniente y nutritiva, ya que suele estar tratada térmicamente para garantizar su seguridad alimentaria.

La mayoría de las marcas de leche en polvo están pasteurizadas, lo que ayuda a eliminar las bacterias dañinas y garantiza su seguridad para el consumo humano. Para determinar si la leche está pasteurizada, puedes revisar la etiqueta del producto o la descripción en el envase. Además, el proceso de deshidratación implica la eliminación del contenido de agua de la leche, lo que puede contribuir a reducir la presencia de bacterias y microorganismos que podrían causar enfermedades transmitidas por alimentos.

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Leche reconstituida en el embarazo

Se podrá consumir leche reconstituida de forma segura, siempre y cuando esté preparada con agua potable, haya sido pasteurizado previamente y siga las indicaciones de preparación adecuadas. La leche reconstituida es aquella que se ha vuelto a mezclar con agua después de haber sido deshidratada, generalmente en forma de leche en polvo.

Al igual que con la leche en polvo, la seguridad de la leche reconstituida depende del proceso de pasteurización al que haya sido sometida previamente la leche en polvo antes de deshidratarla. Si la leche en polvo ha sido pasteurizada correctamente antes de deshidratarla y se sigue la preparación adecuada, la leche reconstituida debería ser segura para consumir durante el embarazo.

Es fundamental que la leche reconstituida haya sido adecuadamente pasteurizada para eliminar patógenos potencialmente dañinos y que se mantenga refrigerada y consumida dentro de las 48 horas siguientes a su apertura.

Leche evaporada en el embarazo

La leche evaporada es segura para el consumo durante el embarazo si la leche es pasteurizada, ya que se obtiene mediante un proceso de deshidratación parcial de la leche entera, semidesnatada o desnatada, que se conserva mediante esterilización para garantizar la destrucción de microorganismos patógenos presentes en la leche.

Durante el proceso de evaporación, la leche es calentada a una temperatura alta para eliminar las bacterias dañinas, lo que contribuye a su seguridad alimentaria. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la leche evaporada no está pasteurizada después de este proceso, por lo que es fundamental utilizar productos enlatados de marcas confiables para reducir el riesgo de contaminación.

La leche evaporada es estable y tiene un largo período de conservación, manteniéndose en buenas condiciones durante varios meses si no ha sido abierta y se guarda en un lugar fresco y protegido de la luz. Pero eso sí, una vez abierta, se debe refrigerar y consumir en un plazo de aproximadamente 3-4 días para evitar la contaminación. Verifica la calidad del producto, su almacenamiento y su higiene.

Leche sin lactosa en el embarazo

La leche sin lactosa es segura y beneficiosa para aquellas mujeres que presentan intolerancia a la lactosa, ya que les permite obtener los nutrientes esenciales de la leche sin experimentar malestar digestivo. La leche sin lactosa es similar a la leche regular, pero se le ha añadido la enzima lactasa para descomponer la lactosa, el azúcar presente naturalmente en la leche, en azúcares más simples que son más fáciles de digerir. La mayoría de las leches comercializadas, incluidas las sin lactosa, están pasteurizadas para garantizar su seguridad alimentaria.

Sin embargo, si no tienes intolerancia a la lactosa, no hay razón para elegir la leche sin lactosa sobre la leche regular durante el embarazo, ya que ambas opciones proporcionan beneficios nutricionales similares. Es importante recordar que la leche sin lactosa no es adecuada para aquellas personas con alergia a la proteína de la leche de vaca, ya que todavía contiene proteínas lácteas.

Leche merengada en el embarazo

Aquí si debemos prestar especial cuidado. Se recomienda tener precaución con la leche merengada, incluso desaconsejarla por completo, ya que contiene ingredientes como claras de huevo y azúcar que pueden plantear ciertas consideraciones. Es importante tener en cuenta que el consumo de huevos crudos puede representar un riesgo de contaminación por salmonela, por lo que se aconseja evitarlos durante el embarazo.

Además, el azúcar presente en la leche merengada debe ser consumido con moderación, especialmente por personas con diabetes gestacional o que necesitan controlar su ingesta de azúcares. Esta leche, como puedes ver, no es aconsejable para una dieta equilibrada y por tanto se desaconseja para su consumición en el embarazo.

Leche condensada en el embarazo

Si bien es cierto que el riesgo con esta leche es algo menor al de la leche merengada, también se desaconseja por completo su consumición a embarazadas. El consumo de leche condensada debe ser moderado debido a su alto contenido de azúcar y calorías, lo cual puede no ser beneficioso en exceso para la salud durante esta etapa.

Por lo general, es cierto que consumir leche condensada en pequeñas cantidades y de manera ocasional durante el embarazo es seguro, siempre y cuando la leche condensada esté pasteurizada y se haya almacenado adecuadamente. Sin embargo, debido a su alto contenido de azúcar y calorías, se recomienda dejar de consumirlo.

Leche cuajada en el embarazo

La leche cuajada, también conocida como cuajada o requesón, es un producto lácteo obtenido por la coagulación de la leche y la separación del suero. Este alimento es una excelente fuente de proteínas, calcio y otros nutrientes importantes durante el embarazo.

Durante la gestación, la leche cuajada es segura para el consumo, siempre y cuando se haya elaborado con leche pasteurizada o UHT, lo que garantiza la eliminación de microorganismos dañinos para la salud. La cuajada es un producto lácteo obtenido a partir de la maduración de la leche, que aporta nutrientes importantes como calcio, proteínas y vitaminas. Si estás haciendo leche cuajada en casa, te damos los siguientes consejos:

  1. Higiene: Asegúrate de que la leche y los utensilios utilizados para preparar la leche cuajada estén limpios y desinfectados para evitar la contaminación bacteriana.
  2. Pasteurización: Prefiere la leche pasteurizada para la preparación de la leche cuajada, ya que este proceso ayuda a eliminar bacterias dañinas.
  3. Almacenamiento adecuado: Si compras leche cuajada comercialmente, asegúrate de revisar la fecha de caducidad y almacenarla en el refrigerador según las instrucciones del fabricante.
  4. Variantes de la receta: Algunas recetas de leche cuajada pueden incluir ingredientes adicionales, como huevos crudos. Evita consumir este tipo de preparaciones durante el embarazo para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.

Marcas de leche pasteurizada para embarazadas

Las marcas de leche pasteurizada recomendadas para mujeres embarazadas incluyen Central Lechal Asturiana, Danone, Puleva, Pascual, Kaiku, y Lauki. 

¿Cómo sé cuando la leche ha sido pasteurizada?. En la mayoría de los casos, los fabricantes incluirán en la etiqueta una indicación de que la leche ha sido pasteurizada. Esto puede aparecer como “leche pasteurizada” o “pasteurizada” en algún lugar visible del envase. Además, algunos envases pueden llevar un sello o una etiqueta adicional que certifica que el producto ha sido pasteurizado. Esto puede variar según la marca y el fabricante, pero es una forma adicional de garantizar la seguridad y la calidad del producto.

A partir de ahí, puedes elegir el tipo de leche según convenga siguiendo las directrices que te habíamos marcado anteriormente según el tipo de leche. En Amazon tienes diferentes variedades de leche recomendadas que puedes comprar para que te llegue directamente a casa.

Y sí, es probable que un médico pueda recomendarte leches específicas durante el embarazo, especialmente si tienes alguna condición médica o preocupaciones específicas sobre tu dieta.

Leches vegetales para embarazadas

Si estás embarazada y estás considerando leches vegetales, es importante tener en cuenta que las leches de coco, almendras y soja son opciones seguras y nutritivas siempre y cuando se tenga en cuenta el calcio y otras vitaminas y minerales necesarios durante el embarazo. Sin embargo, es importante consultar con un profesional de la salud para asegurarte de que estás obteniendo todos los nutrientes necesarios para ti y tu bebé durante esta etapa crucial.

Algunas de las leches vegetales más recomendadas para mujeres embarazadas incluyen:

  1. Leche de Soja: Rica en proteínas y una buena alternativa a la leche de vaca.
  2. Leche de Almendra: Sin gluten, lactosa ni colesterol, lo cual la hace beneficiosa durante el embarazo
  3. Leche de Avena: Proporciona más proteínas que otras leches vegetales y es rica en minerales y fibra.
  4. Leche de Coco: Es una excelente fuente de nutrientes y puede aportar beneficios como fortalecer el sistema inmunológico

Las leches vegetales, como la leche de almendras, coco y soja, pueden ser beneficiosas durante el embarazo ya que son naturalmente bajas en grasas saturadas y colesterol, y pueden proporcionar una alternativa nutritiva a la leche de vaca para aquellas personas que tienen intolerancia a la lactosa o siguen una dieta vegetariana o vegana. A continuación comentamos más en profundidad algunas de ellas.

Observa las etiquetas de estos productos y evita la leche no que no haya sido pasteurizada.

Leche de coco en el embarazo

La leche de coco es segura para ser consumida durante el embarazo, siempre y cuando se sigan ciertas precauciones. Es importante evitar la leche de coco cruda y sin pasteurizar, optando por versiones pasteurizadas que se encuentran en el mercado, ya sea en envases o latas. La leche de coco es una alternativa beneficiosa a la leche de vaca, rica en nutrientes y con beneficios para la salud, como fortalecer el sistema inmunológico.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la leche de coco suele ser rica en grasas saturadas, por lo que se recomienda consumirla con moderación durante el embarazo, especialmente si tienes preocupaciones sobre el aumento de peso o problemas de salud relacionados con el colesterol. Asegúrate de elegir leche de coco sin azúcares añadidos y preferiblemente que posea calcio y otras vitaminas y minerales importantes para la salud materna y fetal.

La crema de coco también es segura durante el embarazo, aunque se debe tener en cuenta su mayor contenido de grasa en comparación con la leche de coco líquida.

Leche de soja en el embarazo

La leche de soja es una fuente de proteínas completa y puede ser una alternativa adecuada a la leche de vaca para aquellas personas que tienen intolerancia a la lactosa o prefieren una opción vegetal. Sin embargo, posee un “pero” bastante importante a considerar diferente a los anteriores tipos de leche.

Aunque se puede consumir durante el embarazo, se recomienda moderar su ingesta y limitarse a una taza diaria, ya que contiene fitoestrógenos que actúan como estrógenos en el cuerpo y pueden causar desajustes hormonales si se consume en exceso. Por lo que volvemos a incidir en que debemos plantearnos si sumarla a nuestra dieta, ya que no es recomendable si planeamos una dieta equilibrada.

Es importante seleccionar leches de soja que posean calcio y vitamina D para apoyar la salud ósea, así como otras vitaminas y minerales necesarios para el embarazo. Debe ser pasteurizado y es preferible consultar antes a un médico para comprobar si esta opción es viable.

Leche de almendra en el embarazo

La leche de almendra es segura y beneficiosa para consumir durante el embarazo. Proporciona nutrientes importantes como vitaminas del grupo B, ácido fólico, hierro y antioxidantes que son beneficiosos para la salud materna y el desarrollo del feto. Además, puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, fortalecer los huesos y favorecer la digestión.

Aun así, volvemos a lo de antes, se debe consumir con moderación. Aunque la leche de almendra es una opción nutritiva y baja en grasas saturadas, es importante recordar que no contiene la misma cantidad de proteínas que la leche de vaca.

Durante el embarazo, es crucial asegurarse de obtener suficientes proteínas para el crecimiento y desarrollo del bebé. Además, algunas variedades de leches vegetales pueden contener azúcares añadidos, lo que puede aumentar el consumo de calorías y contribuir al aumento de peso no deseado. Evita la leche que no esté pasteurizada y consulta a tu médico para comprobar que puede formar parte de tu dieta habitual.

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